noviembre 23, 2006

Expectativas de comunicación social

Expectativas de comunicación social para el nuevo gobierno de Chiapas

Una política sexenal de comunicación será el vehículo fundamental para construir la nueva realidad social en el entrante gobierno de Chiapas, dando a conocer los “hechos y no palabras”, pero sin proyectar la realidad en una versión institucional decimonónica.

-Valente Molina


El tema de la definición de políticas públicas de comunicación social e información de cara a los problemas de la sociedad moderna, es vital en las agendas de los actuales gobiernos y más aun en aquellos que empiezan a conformar su estructura; generalmente se integran grupos de transición que se enfilan a convertirse en el equipo cercano al gobernante electo, quienes perfilan generalmente las líneas estratégicas de acción.
En Chiapas, el gobierno entrante está en un momento crucial para definir los ejes rectores de esta materia para el sexenio que se avecina.
En los años recientes apareció y proliferó en México en varios gobiernos estatales, el uso de instrumentos de comunicación pública, como los estudios cuantitativos y cualitativos de percepciones, los mediatraining, las técnicas de elaboración de mensajes, de imagen y publicidad política, en sustitución de los tradicionales métodos. Sin embargo en la práctica se ha demostrado que las estrategias “modernas” de comunicación pública son inaplicables ­o acusan grandes distorsiones cuando se tratan de aplicar­ en estructuras políticas nacientes o gobiernos de transición.
La política debe regir en todo momento a las acciones de comunicación; en otras palabras, la solidez política de un gobierno construye una línea discursiva o de mensaje congruente. Cuando las cosas ocurren a la inversa, la comunicación queda sujeta a las ocurrencias de los “creativos” y la política subordinada al ámbito mediático.
Por las recientes condiciones políticas electorales de Chiapas, no se puede construir un mensaje que busque el beneplácito de todos los sectores. Ciertamente la comunicación permite consensos pero también matiza los disensos y es un elemento en la solución de conflictos. El nuevo Gobernador de Chiapas, deberá buscar de manera permanente tender puentes con sus adversarios y lograr la participación de los que han decidido permanecer al margen de las grandes tareas y retos que tiene Chiapas, por ello el discurso y la acción comunicacional deberá ponderar esta imagen.
Por ende, en este momento político estatal no será vital buscar el rating televisivo, radiofónico, editorial o la aceptación total, pues esto llevará a un proceder ambivalente que hará perder credibilidad. Ya quedó atrás el tiempo de ganar la mayor exposición mediática. La tarea y estrategia es ahora, respaldar el esfuerzo del nuevo gobierno para lograr las reformas, los cambios apremiantes y los grandes rezagos que aun tiene Chiapas. Y esto a mi humilde juicio, no debe ser sinónimo de popularidad en la figura gubernamental.
Todas las vertientes de debate, diálogo y consenso que promueva el nuevo gobierno para dar a conocer sus ejes rectores sexenales, deberán estar apegadas a un ejercicio de una comunicación clara con mensajes congruentes y una línea discursiva explicita, por ello ésta resulta un factor tan decisivo y crítico que deberá ser discutida desde ahora, con un verdadero análisis y un mejor plan de trabajo comunicacional sexenal.
Relación prensa-gobierno
En enero de 2002, durante su toma de posesión como Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Rodolfo Elizondo decía que se requería “consolidar una relación constructiva y respetuosa con los medios de comunicación, garantizando plenamente su libertad de expresión”, él abundaba que esto era, “una tarea que exige trabajar en varios frentes a la vez y que demanda capacidad, imaginación y responsabilidad”.
Elizondo no se equivocaba, efectivamente la relación con la prensa es una premisa en las agendas gubernamentales en todo el país. En Chiapas será vital los vínculos con la prensa, generados con mediación, con diálogo y con respeto irrestricto a la posición editorial de cada uno. La prensa y el gobierno desde luego que no siempre estarán de acuerdo en todo y no tienen por qué estarlo, ya que la diversidad de opiniones y el derecho de expresarlas, constituyen el sustento de toda democracia. En la medida en que se reivindiquen los derechos constitucionales de la libertad de expresión, el derecho a la información y el ejercicio de la crítica y la replica, se proyectará un régimen democrático tolerante.
No existen sociedades libres sin medios de comunicación activos, críticos y conscientes de sus responsabilidades sociales. Pero a la inversa, la prensa libre sólo pude desarrollarse sobre sociedades conscientes de sí mismas, movilizadas y activas. Ciudadanía y medios se influyen recíprocamente, se retroalimentan mutuamente, en un proceso que puede empobrecerlos en círculos viciosos, o por el contrario puede reforzar las libertades de ciudadanos y periodistas. Los responsables de la comunicación estratégica del nuevo gobierno están, a mi juicio, en un momento crucial para no enredarse en posibles tramas de relaciones equívocas
Radio y televisión
Considero que a la radio y la televisión oficial en Chiapas le corresponde una gran tarea, ciertamente ahora no comercializa por su naturaleza permisionaria y promueve valores, cultura e información de manera eficiente bajo la directriz de un órgano desconcentrado del Gobierno Estatal que tiene objetivos claros y congruentes.
Se ha dado con certeza en el Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión (SCHRyTV), el primer paso de mejoramiento en la infraestructura, sin embargo el reto en la nueva administración será llenar las barras programáticas y mejorar los contenidos, se requiere sentarse a discutir y elaborar programas con la incorporación de productores, guionistas, pedagogos y creativos que reinstalen el sentido sencillo de la producción local, que naveguen entre la densidad y variedad del gusto social sin reducirlo a espectáculo. Se puede contribuir aun mas desde la perspectiva intercultural para contemplar en lo mediático la trascendencia cultural que nos ha identificado por mucho tiempo, decir cómo y quiénes somos, reconciliarnos con nuestro simbolismo étnico.
Vincular la cultura y el conocimiento con la realidad del sujeto, motivar la afectividad, la racionalidad y el pensamiento crítico y creativo es tarea de todas aquellas personas creativas que buscan en Chiapas incansablemente un espacio para expresar lo que piensan: literatos, economistas, politólogos, cronistas, sociólogos, historiadores, economistas y un sinfín de periodistas que tienen toda la capacidad critica, analítica y reflexiva para captar la preferencia en los radioescuchas y televidentes con temas de interés nacional, esos grandes temas que nos interesan en mesas de análisis y de opinión que tanto hacen falta en los medios locales. Se trata de llamarlos, de darles voz, de aprovechar su conocimiento y experiencia.
Desde luego que el gobernante en turno requerirá de espacios públicos para dar a conocer a la sociedad los avances e informes de su política gubernamental. Aquí, la radio y televisión como vehículos oficiales son fundamentales para construir la nueva realidad social y dar a conocer los “Hechos, no palabras”, sin proyectar la realidad en una versión institucional decimonónica.
Decía Jesús Reyes Heroles que “el mejor dique contra las carencias o excesos en los espacios de comunicación institucional es el público, y se refleja en el rechazo o descrédito”. Dicho de otra forma, la recepción de un medio de comunicación depende del trato o negociación entre lo que propone el medio y nuestra resistencia natural como perceptores. Esto no está alejado de la realidad, la sociedad chiapaneca ha cambiado considerablemente, ahora analiza, critica, cuestiona y duda de los mensajes que ve o escucha. La sociedad merece respeto y ofrecerles espacios informativos equilibrados. Comunicación institucional
Una parte importante de este esquema de política de comunicación será la institucional, generando vínculos con otros gobiernos, lo que favorecerá la colaboración nacional en campañas y programas sociales que proyecten a la entidad con un esquema de imagen que debe ser construida, con un conjunto de acciones comunicativas expresando la identidad del gobierno y finquen una positiva reputación pública.
El Gobierno es indudablemente, sujeto y objeto de información y valoración política; pero en cuanto responsable de la administración del Estado y de la función ejecutiva que constitucionalmente se le encomienda, es emisor de una serie de mensajes dirigidos a los ciudadanos que se engloban bajo la denominación genérica de campañas institucionales de publicidad y comunicación.
La comunicación gubernamental deberá permear en la propia estructura para formar un esquema que permita brindar a través de las dependencias, un alud de información homogenizando desde luego, los criterios de redacción y proyección institucional, esto permite no centralizar la información, permite que se diga qué se hace desde las dependencias, con veracidad, oportunidad y puntualidad, esto brinda a los medios estatales mayor posibilidad de acceso. 2006, el momento
Estos meses previos a la toma de posesión del nuevo gobernador en Chiapas, son un momento crucial para plasmar los ejes rectores de las nuevas políticas públicas de comunicación en el Plan Estatal de Desarrollo 2006-2012 y empezar con el pie derecho, aplicándolas para dejar a un lado viejos paradigmas y prácticas.
La comunicación deberá respaldar el esfuerzo del nuevo gobierno para lograr las reformas y los cambios que plantea. Esto no es sinónimo de popularidad ni de altos resultados mediáticos, se trata de una política clara de comunicación social que haga llegar los mensajes a la sociedad de manera permanente.
Decía Álvaro de Casperín (comunicólogo mexicano) en una conferencia virtual el pasado mes de octubre, que es innegable que en muchos ámbitos de la vida nacional falta mucho por hacer, y uno de ellos es el de los medios de comunicación, que debe entenderse como una materia de carácter urgente y prioritario de abordar. Por lo pronto con la llegada del nuevo gobierno en Chiapas las prácticas comunicaciones desde donde se marquen las pautas, deberán innovar, desde lo cotidiano en las rutinas de trabajo y relaciones organizacionales y en la cantidad de información y de temáticas que se ventilan cotidianamente para toda la sociedad.
Por mucho años los gobernantes han dicho previamente a qué se comprometen en materia de comunicación social, quizá hoy será necesario que sean los mismos medios de comunicación (directivos y trabajadores de todos los niveles) establezcan claramente ante la sociedad (lectores, radioescuchas y televidentes) a qué y con qué se comprometen, porque finalmente son los receptores los que premian o castigan a los medios de comunicación.
El carácter público del poder entendido como no secreto, como abierto al público, constituye uno de los criterios fundamentales para distinguir al Estado constitucional del Estado absoluto. Todo gobierno que se pretenda legítimo y democrático debe ser "visible" ante sus gobernados, debe establecer una relación directa de intercambio de información y de opiniones que haga posible que todo ciudadano extienda su mirada y su atención a los asuntos que le conciernen, participando en la toma de decisiones.
Ojalá que este rubro tan importante sea incluido quizá en los foros de consulta, o bien, que el equipo de transición del Gobernador electo, en un análisis acucioso, maduro, moderno, funcional y realista, plantee con voluntad y compromiso los ejes rectores de las políticas públicas de comunicación social e información para el Plan Estatal de Desarrollo, de este gobierno que está en puerta y que se me antoja de seis años.
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